Ante las Cortes Generales y Extraordinarias en Cádiz, presentó un proyecto de Lotería, cuyo precedente era la que existía en nueva España, actual Méjico, desde 1771 y cuyo establecimiento se debió a Carlos III. La propuesta tuvo una acogida muy favorable y, en sesión de 23 de noviembre de 1811 de las Cortes de Cádiz, fue aprobada sin un sólo voto en contra. Esta Lotería, cuya instrucción se publicó el 25 de diciembre de 1811, fue conocida popularmente por Lotería Moderna para diferenciarla de la Lotería de números o Lotería Primitiva, instituida en 1763 por el ministro de Hacienda de Carlos III, Marqués de Esquilache. El 4 de marzo de 1812, quince días antes de que se proclamara la primera Constitución española, se celebró en Cádiz el sorteo de esta nueva modalidad de Lotería.
La Lotería Nacional al principio estuvo circunscrita a Cádiz y San Fernando, más tarde saltó a Ceuta, y según iban retirándose los ejércitos napoleónicos se iba extendiendo su venta, primero al resto de Andalucía y después por toda España. El último sorteo de la Lotería Moderna que se celebró en Cádiz tuvo lugar el día 27 de enero de 1814, cambiando su sede a Madrid, que estrenó sorteo el día 28 de febrero de 1814. Muy pronto se marcó una decidida preferencia del público por la Lotería Moderna, frente a la Primitiva, que quedaba patente en las cifras de ventas. En el periodo de 1815 a 1817 la Lotería Moderna duplicaba los ingresos de la Primitiva y en los dos años siguientes los doblaba con creces. En 1817 funcionaban en España 497 administraciones de Lotería, de las que 25 estaban situadas en el casco de Madrid y cinco en el de Barcelona, siendo desempeñadas todas por varones, excepto dos, una en Barcelona y otra en Murcia, regentadas por mujeres.